La vida cotidiana en un piso de autogestión es un proceso lento, donde hay que aprender a ser autónomo, organizado, a respetar a los otros y a construir un hogar.
La convivencia no siempre es fácil y hay que ir gestionando aquellos problemas que puedan surgir. Con el dialogo y el apoyo del equipo de educadores y voluntarios de Mundo Justo, buscamos soluciones que sean favorables para todos. Es una cuestión de equilibrio y de aprendizaje.
Lo importante, por encima de todo, es ser consciente de que se trata de un proceso que busca que cada persona encuentre y desarrolle las herramientas necesarias para poder construir su camino, su proyecto de vida y de futuro con independencia y dignidad.